El vuelo 3351 de la aerolínea Aeroméxico que se dirigía a Cancún, Quintana Roo, tuvo que regresar de emergencia al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México luego de que los pilotos sintieran vibraciones en el motor. No se reportaron lesionados.
En entrevista con Gabriel Mendicuti, secretario de Gobierno de Quintana Roo quien viajaba en el vuelo 3351, la cubierta de un motor del avión se despegó debido a unos tornillos mal colocados.
«Yo estaba exactamente del lado izquierdo del ala, se le desprendió la cubierta al motor del lado derecho», platicó en entrevista con Radio Fórmula.
«Era el momento que la nariz del avión se elevaba cuando se escuchó un ruido muy fuerte que no era. No (fue el tren de aterrizaje), fue un ruido sordo, seco, y alguien gritó atrás de mí, se rompió algo del avión, hay un hueco», señaló.
El funcionario estatal reconoció el trabajo tanto del capitán como de la aeromoza del avión de Aeroméxico por la forma como manejaron la situación en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Con información de Milenio
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Eso pasa cuando una empresa se divide en tantas empresas para minimizar gastos e incrementar las utilidades para sus accionistas: una empresa es la que le da mantenimiento al avión, otra empresa es la que despacha el vuelo, dos empresas son las que operan los vuelos (AeroMéxico y AM Connect), los sobrecargos tiene tres tipos de contratos; otra empresa es la que administra el programa de recompensas, mediante otra empresa se maneja la carga del avión y una más es la que da la capacitación; el resultado es empleados insatisfechos y muchas posibilidades de «lavarse las manos» cuando algo sale mal.