Frente a la insistencia del gobierno mexicano de que en Venezuela se ha roto el orden democrático, la administración de Nicolás Maduro respondió con la presentación ante la Organización de los Estados Americanos de las dos propuestas de resolución relacionadas con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la construcción del muro en la frontera norte por parte de Washington.
Venezuela manifestó solidaridad con familiares de las víctimas y exige la verdad, justicia y reparación del daño. Condenó toda política estatal que, «por acción u omisión, haya promovido, propiciado o ejecutado la desaparición forzada de personas o bien realizado ejecuciones extrajudiciales, con la finalidad de fomentar el control social y el amedrentamiento a la población en desmedro de los derechos humanos.»
Con respecto al muro fronterizo, manifestó: «rechazo y consternación ante la decisión del gobierno de Estados Unidos de construir una barda que separe al pueblo de ese país de los latinoamericanos y el resto del mundo». Exigió «construir puentes de respeto a los derechos humanos, tolerancia, distribución equitativa de la riqueza y alcanzar la igualdad ante la amplia brecha entre ricos y pobres.»
Con información de La Jornada
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