La Casa Blanca ha preparado un plan que abre la puerta a la ciudadanía a 1,8 millones jóvenes migrantes a cambio de que el Congreso apruebe el presupuesto para construir parte del muro fronterizo con México.
Trump quiere que el Congreso apruebe un fondo de unos 25.000 millones de dólares y para eso necesita apoyo demócrata, pues requiere 60 votos y los republicanos controlan 51 de los 100 escaños.
El muro constituye un proyecto incendiario, pese a que supone una ampliación. El hoy presidente lo anunció cuando era candidato en 2015 en medio de un discurso insultante para los mexicanos. Llamó a los migrantes sin papeles de su país vecino «delincuentes» y «violadores«. Desde entonces, ese muro se convirtió es un símbolo racista para México.
Con información de El País
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