Tres agentes murieron y tres más resultaron heridos y se reportan como graves en un ataque efectuado este domingo en Baton Rouge (Luisiana).
La policía estatal de Luisiana, informó el domingo por la tarde que las víctimas, de entre 32 y 51 años, fueron atacadas tras responder a la alerta por la presencia de un hombre armado en una avenida de Baton Rouge.
Fuentes identifican al sospechoso como Gavin Long, un exmarine afroamericano de 29 años, residente en Kansas City, Misuri.
Por su parte la policía local ha confirmado que el asalto fue cometido por un único atacante el cual fue abatido, esto a pesar de que en un primer lugar se había informado que la policía buscaba a otros dos posibles implicados.
Desde las primeras llamadas al servicio de emergencia y hasta el momento en que Long disparó contra los agentes, transcurrieron 24 minutos. Cuatro minutos después llegaron los servicios de urgencias y refuerzos policiales que acabaron con la vida del atacante. Aun no se revela si fue un asalto premeditado o si el tiroteo fue provocado por un altercado previo con los agentes.
El presidente, Obama, condenó estos ataques en los más duros términos dijo: “Por segunda vez en dos semanas, agentes que arriesgan su vida por nosotros y que estaban haciendo su trabajo fueron asesinados en un ataque cobarde y reprensible”, «sus acciones nos recuerdan los peligros a los que se enfrenta la policía a diario en todo el país«. El mandatario, hace solo unos días viajó a Dallas con motivo de los cinco policías asesinados en Texas, aseguró que «nada justifica un ataque contra las fuerzas de seguridad» y que «los ataques a la policía son ataques contra todos nosotros».
Aunque no se ha confirmado que este sea un caso similar al sucedido en Texas, las condenas al ataque contra los agentes no se hicieron esperar.
“Estos son ataques contra servidores públicos, contra el Estado de derecho y contra la sociedad civil tienen que parar”, reclamó Obama el domingo. Más allá de que se confirme o no un trasfondo racial en este nuevo caso, ataques como este no tienen justificación alguna. “Ninguna”, recalcó. el presidente.
Loretta Lynch, fiscal general norteamericana, en un comunicado dijo que el Departamento de Justicia proporcionará asistencia federal en la investigación del caso. Según Lynch, las autoridades todavía están recabando información sobre el suceso. «Nuestro corazón está con las víctimas, sus familiares y toda la comunidad de Baton Rouge», concluye.
Con información de López Dóriga, El País
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