Venezuela denunció como «golpe de Estado» la decisión de sus socios de suspenderlo como estado miembro: «Constituye una agresión a Venezuela de dimensiones realmente muy graves», dijo la canciller Delcy Rodríguez.
La suspensión formal se produjo pese a que Venezuela activó el «mecanismo» para la «resolución de controversias» por «agresiones y hostigamiento» en contra de su presidencia. «Venezuela no reconoce este acto írrito sustentado en la ley de la selva de unos funcionarios que están destruyendo el Mercosur», afirmó Rodríguez. Además, manifestó su intención de seguir en el Mercosur «con derecho a voz y voto en todas las reuniones como Estado parte».
El conflicto se inició en agosto cuando Venezuela propuso su intención de asumir la jefatura pro témpore del bloque. Argentina, Brasil, Paraguay y luego se sumó Uruguay rechazando la presidencia del país petrolero, tal como hubiese correspondido según la norma del tratado comercial.
Se propuso una presidencia pro tempore colegiada y se instó a Venezuela a que aprobara en dos meses la legislación requerida para pertenecer al bloque.
Al denunciar una «ley de la selva» que está «destruyendo» al Mercosur, la canciller venezolana señaló que Caracas «no reconoce este acto írrito».
Parecería que la era post Fidel Castro ya inició sus procesos en la región sudamericana.
Con información de Página12
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