En Silicon Valley se concentran los grandes de la tecnología como Apple, Netflix, Facebook y allí donde trabajan miles de inmigrantes. Estas empresas denunciaron al unísono el controvertido decreto que limita la llegada de inmigrantes y refugiados a Estados Unidos aprobado por el presidente Donald Trump.
«Apple no existiría sin inmigración«, dijo el director ejecutivo de la empresa, Tim Cook, en un documento interno. Steve Jobs, cofundador de la marca de la manzana, era hijo de un inmigrante sirio.
Mark Zuckerberg, creador de Facebook, escribió en la red social: «Como muchos de ustedes, estoy preocupado por el impacto de las recientes ordenes ejecutivas firmadas por (…) Trump».
«Las medidas de Trump afectan a los trabajadores de Netflix en todo el mundo», escribió en Facebook Reed Hastings, director ejecutivo de la plataforma de videos en streaming. «Es hora de unirnos para proteger los valores estadounidenses de libertad y de oportunidades», señaló.
En Google, según un correo interno de su director, Sundar Pichai, 187 trabajadores están directamente afectados por las nuevas restricciones. «Estamos preocupados por el impacto de este decreto y de cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los trabajadores de Google y a sus familias, o que pueda crear barreras para importar grandes talentos a Estados Unidos».
«Como inmigrante y como director ejecutivo, soy consciente del impacto positivo de la inmigración en nuestra empresa, en el país y en el mundo», opinó por su parte Satya Nadella, director de origen indio de Microsoft.
Mientras tanto, las compañías tecnológicas intentan prepararse ante la eventualidad y la mayoría ya ha puesto en marcha departamentos jurídicos y de asistencia para ayudar a sus trabajadores.
Con información de La Nación
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