El dólar caro, el incremento al precio de combustibles, las revisiones exhaustivas a turistas y la indignación por amenazas de Donald Trump contra México, han alejado a habitantes de ciudades fronterizas de Coahuila, Sonora y Tamaulipas. El sector comercial de localidades estadounidenses se mantienen a punto del colapso.
Esto se debió en parte por campañas en redes sociales para que connacionales no ingresaran a Estados Unidos a fin de enviar un mensaje a Trump sobre el peso que tiene la comunidad mexicana en la economía de la región fronteriza y como muestra de que los paisanos tienen dignidad.
Incluso la Cámara de Comercio de Eagle Pass, frontera con Piedras Negras, Coahuila, puso en marcha un programa de protección al comercio que incluye estímulos fiscales y la promoción de sus productos a lo largo del cruce fronterizo. En esa localidad, cerraron 30 de los 92 comercios que ofrecen comida, artículos electrónicos, de limpieza, ropa, zapatos y productos baratos fabricados en China. Los comerciantes señalaron que mientras la disparidad del peso y el dólar se mantenga, la recuperación de las ventas no ocurrirá pronto.
Los comercios de Nogales, Arizona, fronterizo con Nogales, Sonora, registran una baja en ventas de alrededor de 40 por ciento. Jorge Vidal Ahumada, secretario de Economía en Sonora, culpa de esta situación a las frecuentes amenazas y políticas antimigrantes anunciadas por el presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump.
«La economía en Arizona está siendo afectada por esta situación, creo que aquí será muy importante el contrapeso para que las autoridades estadounidenses tengan que hacer contra esas decisiones«, comentó el funcionario.
Este fenómeno también se observó en Nuevo León, en donde se registra una baja afluencia de vehículos de esa entidad rumbo a la frontera norte en comparación con puentes largos pasados, cuando desde los viernes por la tarde aumentaba la afluencia de autos.
Por su parte, el personal del puente Anzaldúas, en la zona de Reynosa, Tamaulipas, limítrofe con McAllen, Texas, informó en su cuenta de Twitter que pasadas las 17 horas del sábado el tiempo de cruce aproximado no rebasaba la hora, con cuatro líneas abiertas de revisión, cuando en un día de tráfico intenso el tiempo puede prolongarse de 90 minutos a dos horas.
Con información de La Jornada
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