De acuerdo con información publicada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la pandemia por COVID-19 «ha generado a nivel mundial situaciones de estrés colectivo y un repunte en los casos de depresión», por lo que se operan programas de monitoreo del estado mental a sectores vulnerables.
Además, señala que «la depresión es un problema de sanidad pública de gran magnitud, al grado que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en enero de 2020, dio a conocer que afectaba a más de 300 millones de personas y es la principal causa de discapacidad en el mundo».
En el caso de nuestro país, la Encuesta Nacional de los Hogares 2017, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que 32.5 por ciento de los mexicanos vivían con depresión.
Y si bien, es normal sentirse triste en ciertas circunstancias, cuando el sentimiento se prolonga o es tan intensos que dificultan trabajar o estudiar las alarmas sobre una posible depresión se encienden. Así, el ISSSTE recomienda que si presentas por lo menos cinco de los siguientes síntomas acudas al médico:
- Te sientes muy triste, desganado y vacío.
- Has perdido el interés por las actividades que más te gustan.
- Comes muy poco o mucho, bajas o aumentas de peso.
- Tienes problemas para dormir (duermes demasiado o sufres de insomnio).
- Tus movimientos son lentos, sientes tu cuerpo pesado o te sientes intranquilo.
- Sientes apatía, fatiga y falta de energía.
- Tienes sentimientos de culpabilidad, impotencia e inutilidad.
- No te puedes concentrar, no recuerdas los pendientes del día o tienes dificultad para tomar decisiones.
- Has pensado en el suicidio.
- Te muestras irritable, angustiado, de mal humor o te molestas por todo.
- Tienes dolores de cabeza, espalda o malestar físico general.
Para más información visita este enlace: https://www.gob.mx/issste/es/articulos/conoce-mas-sobre-la-depresion?idiom=es