Tras casi cuatro años de trabajos de restauración, ayer se colocó la Estatua Ecuestre de Carlos IV, conocido por todos como «El Caballito».
En un acto en el que participó Miguel Ángel Mancera, y la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, retiraron en menos de 10 segundos, la única tela que protegía la escultura de las miradas curiosas por conocer el resultado de la restauración.
En el patio de Los Leones del Munal, ambos funcionarios agradecieron a quienes recuperaron el esplendor de la escultura: restauradores, conservadores, historiadores, antropólogos, ingenieros y científicos.
García Cepeda destacó que uno de los hallazgos más importantes es que estuvo recubierta con pintura color olivo-pardusco. «Tolsá empleó una técnica al óleo, en lugar de una pátina como era la creencia generalizada y hoy es posible apreciar nuevamente en todo su esplendor este monumento, emblema y orgullo de nuestra ciudad por más de 200 años, que es parte de la vida de la ciudad, que se encuentra en múltiples registros históricos y fotográficos y ha sido testigo de la historia de México.»
Mancera elogió el trabajo conjunto entre autoridades federales y locales y adelantó que esa colaboración se mantendrá. «Trabajamos juntos en la restauración de nuestras estatuas en el Paseo de la Reforma que requieren una intervención puntual.»
Asimismo, dijo que uno de los trabajos que acompañan la restauración de la estatua de Carlos IV es la iluminación de la plaza Tolsá.
Con información de La Jornada
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