Las diferencias entre los gobiernos de México, Canadá y Estados Unidos, sobre todo por las propuestas planteadas por éste último país, hicieron fracasar el objetivo de concluir la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte antes de que terminara 2017.
Los tres socios comerciales acordaron extender el proceso hasta el primer trimestre de 2018, ampliar el tiempo entre cada encuentro y llevar a cabo hasta dentro de un mes la quinta ronda en México.
Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, reclamó contra México y Canadá por no mostrar indicios de estar dispuestos a realizar cambios y se declaró francamente sorprendido y decepcionado por la resistencia que han mostrado en los dos objetivos que busca el presidente Donald Trump en la renegociación: reducir el enorme déficit comercial de su país y modernizar el acuerdo en distintas áreas.
Advirtió que de «no lograrse los objetivos de Trump, no es razonable que se espere que Estados Unidos continué alentando y garantizando a las compañías estadounidenses a invertir en México y Canadá y exportar.»
Por su parte, Ildefonso Guajardo dijo que «ninguno de nosotros quiere terminar este proceso con las manos vacías y no hay razón para ello», y ratificó que «México está abierto al diálogo y continuará trabajando en la renegociación buscando soluciones creativas y constructivas, pese a las diferencias recurrentes entre las partes. Emprendimos esto como una negociación de ganar-ganar-ganar y no debe ser una situación de perder-perder-perder», indicó.
Con información de La Jornada
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