Rosa Ranier García y Eddy García, dos campesinos de la comunidad de Hidalgo, Quintana Roo, se presentaron en el palacio municipal de Bacalar con la finalidad de solicitar apoyo para medicamentos, pero fueron obligados a ingresar descalzos para no ensuciar el piso y nadie los atendió.
La secretaria Vanesa Piña Gutiérrez, fue la persona que les dijo que se quitaran sus calzados si querían entrar a las oficinas porque de lo contrario podrían ensuciar el piso.
A pesar de que obedecieron la orden y que buscaban apoyo estatal para medicinas, nadie los atendió. Frente al desinterés por parte de autoridades y luego de una hora de esperar tomaron sus sandalias y pidieron ayuda de algunas personas que los conocían en el lugar para poder juntar dinero para el pasaje y regresar a su comunidad.
Con información de Excélsior
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