La Casa Blanca anunció una serie de duras medidas contra Rusia, país al que acusa de intentar influir en las elecciones presidenciales de noviembre pasado mediante ataques informáticos.
El gobierno declaró «persona non grata» a 35 diplomáticos rusos de su embajada en Washington y del consulado en San Francisco que serán expulsados. Deberán abandonar el país dentro de 72 horas.
Las sanciones anunciadas responden al supuesto robo por parte de hackers presuntamente vinculados al Kremlin. Se trata de información sustraída de servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, así como de emails del director de la campaña presidencial de Hillary Clinton, John Podesta, que luego fueron divulgados durante la campaña electoral a través de la plataforma Wikileaks.
Agencias de inteligencia estadounidenses, concluyeron que la divulgación de esta información buscaba dañar a Clinton y al Partido Demócrata con el objetivo de favorecer la candidatura presidencial de Donald Trump.
Además de la expulsión de diplomáticos, Obama ordenó el cierre de dos centros de inteligencia pertenecientes al gobierno ruso, ubicado uno en Nueva York y el otro en Maryland. Así como también, sanciones contra otros seis individuos, dos agencias rusas de inteligencia y tres empresas que contribuyeron a las operaciones cibernéticas.
Con información de El Universal
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