Abel Mata es un hombre hispano que reside al sur de California, y quien recibió una visita inusual el pasado domingo: agentes de la policía, quienes realizaban una investigación, por una denuncia sobre un secuestro de un niño, que terminó siendo su propio nieto.
Mexicano de nacimiento, Mata se mudó a Estados Unidos a los cinco años. Ahora, pasa gran parte de su tiempo con su nieto, Milo Walker. De hecho, ambos estaban juntos cuando la policía apareció y preguntó por el niño.
«Estaba poniendo cosas en el auto de Karen, mi esposa, cuando se me acercó un oficial de Torrance. Se me acercó porque una señora mayor blanca, sosteniendo una espada samurái, los había llamado para informar de un hombre mexicano con un bebé blanco. Tenía que probar que no estaba secuestrando a este bebé blanco debido a mi piel de tez morena. ¡Estoy tan enojado!», publicó el hombre en su cuenta de Facebook.
«Me juzgaron según el color de mi piel y el color de la piel de mi nieto», agregó Mata.
La hija de Mata, Athena, aseguró que no es la primera vez que su papá ha tenidos que sufrir racismo por ser hispano, motivo por el que decidió compartir su historia, para que la gente piense antes de juzgar.
Con información de Univisión