Miles de ciudadanos paraguayos realizaron una serie de disturbios luego de un intento por parte del presidente Horacio Cartes, defensor del neoliberalismo, de reformar la Constitución para permitir una reelección y gobernador luego de 2018.
Algunos manifestantes prendieron fuego al salón principal, sacaron computadoras a la calle, arrancaron placas con nombres de los senadores de las puertas de sus despachos.
La policía detuvo a al menos 211 personas, entre las que hay menores de edad, pero la tensión va en aumento y opositores del interior del país se están trasladando a la capital para reforzar la protesta.
Entre gritos de «dictadura nunca más» y «Cartes violador» la tensión creció hasta un nivel inaudito en los últimos años en Paraguay. La batalla campal con la policía duró horas frente al Congreso y cada vez que pasaba un coche de la policía era apedreado por la gente concentrada en la zona.
Un hombre murió por el impacto de una bala de goma luego de que la policía irrumpiera en la sede del Partido Liberal, el mayor de la oposición. Su muerte se produjo la medianoche del viernes cuando efectivos policiales entraron en la sede del partido, en el centro de Asunción, donde había reunidos varios afiliados, y dispararon proyectiles de goma. El médico que atendió al joven afirmó que tenía un impacto en la cabeza que fue recibido a corta distancia. Alegre aseguró que los policías «entraron a atropellar, les pusieron boca abajo y les tiraron al suelo». «Entraron con mucha agresividad, rompiendo las puertas, fue cosa de salvajes», declaró.
Con información de El País
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