La Cuarta Revolución Industrial ya llegó, y está generando una transformación sin precedentes a gran velocidad. Este nuevo escenario apunta a la creación de nuevos empleos que girarán en torno al internet, la robotización, la inteligencia artificial y al Big Data, lo que supone que muchos empleos actuales tiendan a desaparecer.
Por otra parte, expertos consideran que no sucederá así, ya que la revolución tecnológica no causará efectos negativos en el empleo, sino que exigirá una renovación de los puestos de trabajo y una actualización a los procesos de negocio: será parte de una nueva dinámica en donde habilidades y competencias nuevas tomarán lugar en los espacios laborales. Cifras indican que hasta 2020 se crearán 900,000 nuevos puestos todos relacionados con la tecnología, lo que supone un cambio estructural a gran escala.
No obstante, otro grupo de expertos del Foro Económico mundial, afirman que se perderán aproximadamente 7.1 millones de puestos de trabajo en los lugares más desarrollados del mundo a causa del cambio estructural que supone la Cuarta Revolución Industrial. Los afectados serán los individuos con puntos administrativos, de oficina, manufacturas y cadenas de montaje; labores mecánicas y de alta demanda física que vendrán a ser suplidas por la máquina. En contrapartida, según los expertos, aparecerán 2 millones de puestos nuevos bajo el esquema de especialización en los ámbitos de la informática, las matemáticas y la ingeniera; campos más abstractos y particulares.
La realidad es que ahora, en la Cuarta Revolución Industrial que recién comienza, se demandarán trabajadores altamente cualificados y con gran capacidad de adaptación, flexibilidad y aprendizaje continuo: los de menor formación serán desterrados. Estos nuevos perfiles deberán poseer habilidades extras, como: don de gente, imaginación, capacidad de adaptación y aprendizaje continuo; y competencias como: trabajo en equipo, gestión de tiempo, resolución de problemas, razonamiento analítico y capacidad de jerarquizar información.
Ante esta nueva dinámica, las empresas y centros de estudio han emitido una alerta: «se encuentran con un déficit de talento». Esto supone que distintos esquemas educativos tradicionales no son suficientes para abatir las necesidades que el mercado laboral actualmente demanda. Cifras del Informe Infoempleo Adecco, indican que, dos de cada tres empresas reconocen haberse encontrado con dificultades para cubrir determinados puestos durante el último año; todo por carencia de competencias técnicas, falta de experiencia y expectativas salariales demasiado elevadas.
Con información de ABC
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