En noviembre de 2011 fueron exhumados 28 cadáveres de varias fosas clandestinas en la comunidad de Portezuelos, municipio de Manlio Fabio Altamirano, sin que el Gobierno de Veracruz, encabezado por Javier Duarte de Ochoa, hiciera pública la información.
La información sobre la matanza fue confirmada por la Procuraduría General de la República (PGR) mediante la solicitud de información 0001700251115 en la que expone que el sangriento hecho se descubrió “en noviembre de 2011, con el hallazgo de dos fosas ubicadas en un mismo terreno, la primera con 11 hombres y cuatro mujeres; la otra, con seis hombres y una mujer”.
Un ex funcionario del gobierno de Veracruz, confirmó que «desde Xalapa dieron la orden que ni nos acercáramos, que el trabajo se efectuaría por directrices desde la capital en apoyo al personal de la PGR. Todo tenía que llevarse en absoluto silencio y sin que se fuera a filtrar a los periodistas». La misma fuente, confirmó que los trabajos de exhumación se realizaron durante tres noches en un ambiente de total hermetismo, incluso se les quitaban celulares o cámaras a los oficiales que trabajaban con los restos y no se informó nada ni siquiera a los alcaldes de los municipios cercanos al lugar.
“La mayor parte de los cuerpos, estaban hechos pedazos y decapitados. Había hombres y mujeres que fueron enterrados con todo y ropa. Había por lo menos cuatro que tenían ropa de militar, no sé si marinos o militares, pero traían uniformes. Por eso se volvió mucho más restringido el acceso a esa información”, dijo el ex funcionario que prefirió mantenerse en el anonimato.
Con información de Sin Embargo
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