El informe resalta una «alta frustración pública» en nuestro país, por “la incertidumbre económica y los cambios sociales están alza mientras la confianza en los gobiernos declina”. Desde este perspectiva, la inteligencia estadounidense aplaude las reformas emprendidas por el presidente Enrique Peña Nieto que benefician a miles de empresas estadounidenses, pero advierte que no han logrado incrementar el crecimiento económico del país.
“Entretanto, el apoyo ciudadano se ha agriado entre acusaciones de corrupción, violencia persistente, el debilitamiento del peso y crisis domésticas como la desaparición de los 43 estudiantes en 2014. Grandes reformas, como la apertura a la inversión extranjera de la industria petrolera, necesitarán años para dar sus frutos, pero las protestas antigubernamentales pueden escalar si el desencanto se vuelve más aparente que los beneficios”, se señala el informe.
Sin mencionar directamente a Donald Trump, el documento indica que la xenofobia puede influir en las presidenciales de 2018, en la medida en que ha alimentado el resentimiento ciudadano en México. Por ello, alertan también del riesgo de que los “sentimientos proteccionistas” enraícen en ambos países y aumenten la inestabilidad zonal: “En esta atmósfera, una recesión económica en la región podría llevar a algunos líderes políticos a endurecer su política comercial para ganarse al electorado, pese a que la tecnología y la automatización sean causas más importantes de pérdida de empleo y bajos sueldos”.
En el informe se señala que el descontento ciudadano por la desigualdad y por elites depredadoras, sin embargo la clase dirigente y las élites no están dispuestas a aplicar políticas de redistribucción para reducir las brechas sociales:
“Por ejemplo, las élites de México y Centroamérica son cada vez más conscientes de los riesgos de la desigualdad y la imagen que genera, pero muchos observadores dudan de que estén dispuestos a perder sus privilegios en apoyo de reformas que mejoren la competitividad, la educación, las infraestructuras y los beneficios sociales”, dice el informe.
En este escenario, la izquierda tiene la posibilidad de ganar las elecciones presidenciales de 2018. si en nuestro país “no se reduce la fuerte desigualdad económica, los votantes pueden girar a una oposición izquierdista que propugne la marcha atrás de las reformas estructurales y los acuerdos comerciales”, indica el organismo en clara alusión al candidato Andrés Manuel López Obrador.
Los autores del informe concluyen que si no se atienden las demandas de los votantes, se van a alejar de las fórmulas tradicionales en busca de ”políticas más personalizadas”. Y que, de persistir las causas del malestar, las masas de “ciudadanos frustrados pueden tomar las calles para desfogar su enfado”.
Con información de El País
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