El viernes pasado la administración de Obama acusó oficialmente a Rusia de una operación de piratería digital en las últimas elecciones.
Inteligencia de Estados Unidos cree que el gobierno ruso dirigió correos electrónicos de personas e instituciones estadounidenses, incluso de organizaciones políticas estadounidenses. «Estos robos y divulgaciones tienen la intención de interferir con el proceso electoral de Estados Unidos», expresaron desde la Casa Blanca.
«Hoy fue sólo el primer paso», dijo el senador Ben Sasse, Miembro del Comité de Seguridad Nacional. «Rusia debe enfrentar serias consecuencias. Moscú orquestó estos hacks porque Putin cree que la agresión estilo soviético vale la pena. Estados Unidos debe aumentar el cálculo de Putin con una fuerte respuesta diplomática, política, cibernética y económica «.
La Casa Blanca ha estado examinando posibles castigos al gobierno de Putin, como sanciones económicas, pero no se ha hecho ninguna recomendación formal al presidente.
El Comité Nacional Demócrata reveló públicamente las intrusiones en junio, determinando que los hackers del gobierno ruso estaban detrás de diversas violaciones cibernéticas. Entre los agravios, se acusa a Rusia de una importante fuga de correos electrónicos, algunos tan embarazosos que obligaron a la renuncia de la presidenta Debbie Wasserman Schultz, en vísperas de la Convención Nacional Demócrata.
El material digitalmente robado ha aparecido en sitios web como DC Leaks y WikiLeaks. Incluye correos electrónicos privados del ex secretario de Estado Colin Powell y sus ayudantes a la ex secretaria de Estado y nominada presidencial demócrata Hillary Clinton.
Por su parte, el Kremlin desestimó la acusación del gobierno norteamericano.
«Esto es una especie de tontería», dijo Dmitry Peskov, secretario de prensa de Putin. «Todos los días, el sitio de Putin es atacado por decenas de miles de hackers. Muchos de estos ataques se pueden remontar a territorio de los EEUU. No es como si acusáramos a la Casa Blanca o Langley de hacerlo cada vez que sucediera.»
El gobierno de Estados Unidos prepara diversas acciones contra Rusia, incluyendo sanciones económicas para la ciberactividad maliciosa, una nueva herramienta creada por el presidente Obama que todavía no se ha utilizado. El Departamento de Justicia podría presentar acusaciones por piratería informática. La Agencia Nacional de Seguridad podría tomar una acción encubierta en el ciberespacio para enviar una señal al Kremlin. O el Departamento de Estado puede decidir expulsar a los diplomáticos rusos.
Con información de The Washington Post
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