Volkswagen, BMW y Daimler encargaron y financiaron experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y a seres humanos para determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea.
Los experimentos con monos, que se llevaron a cabo en 2014 en el laboratorio Lovelace Biomedical de Alburquerque. A esto se ha sumado que este lunes dos medios alemanes, el Stuttgarter Zeitung y el Süddeutsche Zeitung, han revelado que la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el transporte (EUGT), una entidad fundada en 2007 por las tres empresas y Bosch, hicieron inhalar dióxido de nitrógeno (NO2) a un grupo de 25 personas en una dependencia de la clínica universitaria de Aquisgrán.
La meta de los experimentos con ambos seres vivos era demostrar que las emisiones de gases de sus autos equipados con motores diésel no eran dañinas. Según la información revelada por los dos periódicos alemanes, un informe de actividades para los años 2012-2015, señala que la Asociación hizo inhalar monóxido de carbono a «gente sana«. «No se comprobaron reacciones a la inhalación de NO2, ni tampoco inflamaciones en las vías respiratorias», señala el informe.
Thomas Kraus, el director del Instituto de la clínica universitaria de Aquisgrán, ha confirmado la existencia del estudio y ha explicado que la investigación no estaba relacionada con la manipulación de gases tóxicos que arruinó la imagen de Volkswagen en Estados Unidos.
Con información de El País
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