Dicen que la fe es ciega, pero quizá no sea tan buena idea depositarla en los seres humanos, en los simples mortales, tal y como les sucedió a los miembros de la Iglesia Cristian Berea de Barranquilla, Colombia, quienes creían que el mundo terminaría en 2021, gracias a su pastor.
Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, pastor de esta iglesia, aseguró que el pasado 28 de enero sería la segunda llegada de Jesús, que vendría para llevarse «a todos sus creyentes al paraíso»; por lo que era necesario desapegarse de todo lo material y no tener contacto con la gente del exterior.
«Quienes quisieran recibir a Cristo tenían que enclaustrarse en sus hogares, dejar sus trabajos, ocupaciones, desapegarse de sus bienes materiales y alejarse de la ambición y lujuria porque de lo contrario no podrían recibir al salvador», dijo a sus seguidores y los instó a vender, deshacerse de todo y el dinero recaudado, donarlo -obvio- a la iglesia que él encabezaba.
Una vez que cobró, tuvo el dinero de sus fieles, el pastor desapareció sin dejar rastro, y con el dinero de todos los integrantes de su iglesia que confiaron en él, en sus profecías.
Lo triste de este caso, es que muchos se quedaron casi en la miseria y sin ir al cielo.
«Muchos vendieron sus pertenencias y vino la realidad de la vida y lo que tenía que seguir normal, no se cumplió la venida de Jesús y tienen que seguir con sus vidas. Mis familiares no nos han comentado si dieron dinero al pastor, pero sí sé que vendieron cosas y renunciaron a sus trabajos, soy testigo de eso», dijo un familiar de una de las víctimas quien prefirió omitir su identidad.
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