Isaac Hernández comenzó a dar sus primeros pasos en el ballet clásico a los ocho y a los doce ya era una figura de la danza en México y en otras latitudes, ganando certámenes internacionales; por eso se le dio el mote de “El niño prodigio”.
Isaac Hernández formó parte de importantes compañías, como Ballet de San Francisco, el Ballet Nacional de Holanda y el Ballet Nacional de Londres, la última gran casa de la danza que lo ha acogido. Pero la gran noticia es que el próximo míercoles se convertirá en el primer mexicano en haber bailado en el Teatro Bolshoi y el Teatro Mariinsky, los dos teatros más importantes del ballet ruso.
“Ahora puedo, a través de mi trayectoria y carrera, inspirar a muchos jóvenes más a trabajar por sus sueños por más difíciles que parezcan; ésa es mi mayor satisfacción, el vivir y bailar con propósito”, dijo Hernández, que hace historia en cultura mundial a nombre de México.
Con información de Soul Arts Productions y El Informador
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