Este lunes, al menos cinco personas fallecieron y otras 15 personas resultaron heridas cuando un autobús irrumpió en una acera y se precipitó en la entrada de una estación de metro, en el oeste de la capital rusa.
De acuerdo con la versión policial, el atropello masivo podría haberse debido a un fallo técnico o a que el conductor del autobús, que se encuentra detenido, haya perdido el control del vehículo. Medios oficiales aseguran que «no se baraja» la posibilidad de un atentado.
El siniestro ocurrió en día laboral, ya que la Navidad ortodoxa en Rusia se celebra el 7 de enero. En los últimos meses las autoridades locales han tomado medidas especiales de seguridad para evitar atropellos masivos perpetrados por terroristas.
Con información de El País
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