Vivir para contarlo

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Hay películas que ostentan el lema de “basada en una historia real” como una especie de licencia para novelizar los hechos, para especular abiertamente sobre sucesos concretos o para melodramatizar aquello que consideran simple o rutinario. Son jueces que determinan cómo y por qué hay que abordar la historia, aunque la realidad termine siéndoles un estorbo si deciden llevar la narrativa por derroteros preestablecidos.

No existe mucho margen para tergiversar lo ocurrido en el conflicto central de ‘Sully: Hazaña en el Hudson’ (‘Sully’, d. Clint Eastwood) pues el tiempo no afecta el inmenso impacto que tuvo lo ocurrido en la fría mañana del 15 de enero de 2009. Un avión con 155 personas a bordo tuvo que acuatizar de emergencia sobre las gélidas aguas del río Hudson, en una ciudad de Nueva York que aún no se reponía de la impresión provocada por los jets que unos terroristas estrellaron en las torres gemelas del World Trade Center en 2001.

sully-4En cuanto el improbable hecho fue reportado, se le adjudicó el sobrenombre de “el milagro en el Hudson”, con plenos argumentos a favor: nunca antes en la historia de la aviación comercial se había dado el caso de que una aeronave perdiera los dos motores a menos de 3000 pies de altitud, culminando con una cifra nula en pérdidas humanas. Todo el mérito se debió a la sangre fría del capitán Chesley ‘Sully’ Sullenberger (Tom Hanks), un piloto de la vieja guardia que reaccionó con pleno dominio de las circunstancias y se convirtió en leyenda.

¿Cómo contarnos esta historia desde un punto de vista interesante, si estamos tan familiarizados con ella y además tiene un “final feliz” que todos conocemos? El director de la película tuvo en esta premisa su reto más grande, pues remover la incertidumbre en la fórmula de un drama tiende a hacernos indiferentes ante su desarrollo. Ah, pero no estamos hablando de un director cualquiera. Clint Eastwood suma con ésta 35 películas en la silla de dirección, y a sus 86 años sigue mostrando sus dotes narrativas detrás de cámara.

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sully-1El hecho de que haya tenido que retratar las tribulaciones de un veterano inmerso en un mundo donde ser joven no es necesariamente una ventaja ayuda mucho: Sully es un tipo serio, competente como el que más, incómodo ante los elogios, devoto de su familia y orgulloso de su profesión, pero no es ningún superhombre ni un “consentido divino”. Hanks nos muestra el lado humano de quien llega a dudar de su propia capacidad, del experto en seguridad aeronáutica que es cuestionado por su toma de decisiones bajo presión y que, como explica él mismo será juzgado históricamente por un instante desafortunado dentro de su larga carrera aterrizando aviones sin incidente alguno.

La película necesitaba de una especie de antagonista, que llega aquí en forma de tres ejecutivos de la industria de aviación a cargo de investigar el incidente (Mike O’Malley, Jamie Sheridan y Anna Gunn). Las mayores libertades creativas ocurren en ese proceso, que llega a ser un poco repetitivo y exasperante, pero no había muchas otras formas de encontrar “villanos” en un acontecimiento que el mundo celebra como un triunfo absoluto.

sully-3El mayor éxito de la película, sin embargo, recae en dos factores específicos. Por principio de cuentas logra mostrarnos diversas perspectivas de lo que pudo ser ese emblemático vuelo, de lo que recordamos a partir de la reconstrucción de los hechos y, para finalizar, de las decisiones cruciales que se tomaron en la cabina para que no hubiera una desgracia que lamentar. Y por otro lado, ‘Sully’ recalca a través de tanta recapitulación minuciosa el mensaje de que ese día no ocurrió ninguna clase de milagro. Eso implicaría alguna especie de intervención divina, pero lo realmente admirable y meritorio es que el balance positivo se debió a un grupo de personas realizando su trabajo mejor que nadie, mejor que nunca.

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Se agradece que Eastwood haya optado por la brevedad a la hora de contarnos esta historia, cuyos 93 minutos son más que suficientes para cubrir los puntos esenciales. Debo observar que los efectos visuales en un par de tomas no son del todo convincentes, pero sería una queja menor ante un filme que se toma tiempo para revivir el breve pero memorable viaje del vuelo 1549 de U.S. Airways, con todos sus detalles destacables.

sully-2Al final de la historia de ‘Sully: Hazaña en el Hudson’, podemos quedar convencidos de dos cosas: la experiencia es invaluable cuando se trata de enfrentar una premisa que aparenta ser insostenible, y la verdad termina por salir a flote. No entres a la sala pensando que ya conoces la historia y su final, mejor hazlo con la actitud de apreciar el inmenso valor de que haya gente como el capitán Sullenberger en los momentos difíciles de la vida.

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He dirigido revistas como Men'™s Health, ESPN Deportes y SOBeFiT, pero mi pasión es ver, analizar, diseccionar, eviscerar y disfrutar pelí­culas, tanto en el podcast Finí­simos Filmes como en diversas colaboraciones y columnas. Maté a un hombre en el ring. OK, quizá no, pero serí­a una gran historia'¦

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