Un consejo para la nueva mamá

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El Psicoterapeuta Kevin Dueñas (kevin_109735@hotmail.com) les escribió un artículo sobre la función materna que les dejo para que disfruten:

Ahora que quizá te convertiste en nueva mamá, parece que a ti solo te hace falta  saber una cosa. “Sé madre”, parece absurda la frase ya que aparentemente es sencilla, pero,  ¿qué queremos decir con esto?,  sabemos que ahora podrías estar pasando por un momento de  incertidumbre y que “no sepas absolutamente nada de ser mamá”, cabría entonces preguntarse: ¿cómo se aprende? O ¿realmente no sé nada de ser mamá? Y la respuesta puede ser: “ya lo traes” NATURALMENTE, eres madre, los médicos deberían aprender de ti observando como lo haces y es aquí donde se abren dos tipos de conocimientos, que pueden ser útiles, pero que deberíamos diferenciar. El número uno: es seguro que los médicos saben si tu bebé se encuentra sano físicamente, que ayuden en los casos en que aparezca alguna amenaza de enfermedad o a combatir alguna de estas, pero el segundo es más interesante y ese tú lo conoces, aun con que digas “no sé cómo ser mamá”, se encuentra en la intimidad mamá-bebé, seguramente tú eres la experta, tú provees de los cuidados y algunas otras cosas que más adelante mencionaremos.

Podría ser que para ser madre no necesites del todo indicaciones sobre cómo tratar a tu bebé, más bien necesites ser acompañada para sentirte confiada siendo madre y así transmitir a tu bebé dicha confianza que se verá reflejada en su desarrollo, es decir que un esposo comprometido te hará mucho bien. Una compañía que aporte confianza, seguridad y cuidados a la nueva madre sin interferir realmente en su relación madre-bebé. Desgraciadamente, en ocasiones las instrucciones y la compañía abruman con especificaciones, esto angustia a la nueva mamá, no ayuda del todo, te convierte en una mamá angustiada y te hace dudar de lo que sientes y sabes que debes de hacer por naturaleza, es como decir: “ahora con estas instrucciones, me angustia saber si las estoy cumpliendo, seguro soy una mala madre”. Esta angustia el bebé la percibe ya que podría ser que ante tanta angustia de: “¿estoy haciéndolo bien?”, comiences a fallar en tu relación madre-bebé, comienzas a no querer cargarlo, a cargarlo con rigidez,  mucha firmeza, temer al alimentarlo dejando de darle el alimento directo de tu pecho o haciendo de su alimentación una experiencia muy estresante, generando una situación donde los dos realmente la pasan mal.

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El bebe está necesitado, tiene necesidades como la alimentación, come y duerme; dos actividades sumamente importantes en el desarrollo que construyen su pequeña mente. Al comer tu bebé se está comunicando contigo y tú con él; mirarlo, tocarlo y hablarle desarrollan sus sentidos y construyen un cuerpo en su mente a través de tus cuidados y el manejo que haces de su pequeño cuerpo, “es como una playa virgen que tu como madre pisarás por primera vez dejando las primeras huellas en la historia de esta arena inexplorada” ; si pudiéramos decirlo de alguna manera sería de la siguiente: “solo en la relación con su madre el bebé puede ser, nacer como una mente a través de los sentidos que ella  estimula”.

Suena complicado quizá pero lo que queremos decir es que: ese nuevo bebé tocado y mirado puede nacer como un “ser” solo hasta que la madre activa su piel, su oído, su gusto, su olfato, su mirada… Nació y el médico lo puso en tus brazos para después nacer como un nuevo “ser” que escucha, mira y siente gracias a ti. Un doble nacimiento del cual tú eres la orgullosa protagonista.

Quizá tu pregunta sea: ¿cómo sé que estoy haciendo algo bien?, NATURALMENTE existe un grado de Devoción  de las madres hacia sus bebés, las vuelve cariñosas, y hasta podríamos decir, enamoradas de este nuevo integrante que se volverá “ser” y que solo puede ser si hay una madre que lo haga existir.  Eso seguramente ya lo haces bien, que leas esto y te interese ya te hace una madre con Devoción. Existe entonces en ti una preocupación maternal  lo cual te impulsa a conectarte con tu bebé y satisfacer sus necesidades. En este punto quizá la preocupación y angustia sobre: “¿lo estoy haciendo bien?”, comienza a disiparse porque has de saber que la herramienta que crees podrías adquirir de consejos de médicos  se encuentra ya instalada en ti, solo te hace falta “ser madre”,  confiar,  porque seguro entiendes bien las señales de tu bebé, la duda es básica y siempre aparece, sin embargo,  pensar no te ayudará mucho, mejor siente, porque tu bebé envía mensajes todo el tiempo y la angustia bloquea tu habilidad natural. Relájate, ya eres madre.

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Como conclusión podrimos mencionar lo siguiente: siendo madre NATURALMENTE se logran tres acontecimientos fundamentales, es decir, que fundan o inauguran.  Cuando cargas a tu bebé  y satisfaces sus necesidades le estás prestando tu persona  y así se integra su persona desde la tuya, por eso decimos que ese bebé es parte de ti, no solo porque tú lo concebiste sino porque él se integra desde ti como persona. En segundo lugar, tocarlo, es decir, manejar su pequeño cuerpo lo hace sentirte a través de su percepción, esto establece y hace conexiones entre su mente que apenas nace y su cuerpo. Por ultimo cuando tú le presentas objetos, él comienza su relación con el mundo y su construcción en lo que será una mente adulta en algunos años.

Con esto decimos que eres lo más importante para tu bebé, pero también intentamos comunicarte que confíes más en ti y en lo que sientes que en las dudas que surgen y podrías tener. En ser madre tu eres la experta y tienes las respuestas más adecuadas a las necesidades de tu bebé, confía y se madre NATURALMENTE.

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Psicoanalista y psicoterapeuta de adolescentes y adultos. Docente de posgrado y ex coordinadora del Doctorado de la Asociación Psicoanalí­tica Mexicana, por su interés en la investigación en temas relacionados al psicoanálisis. Autora de diversos escritos tanto académicos como de divulgación y dos libros: 'Mitos del Diván' y 'La compulsión de repetición: La transferencia como derivado de la pulsión de muerte en la obra de Freud.'

Coautora del libro "Misión imposible: cómo comunicarse con los adolescentes" junto con Martha Páramo Riestra de Editorial Grijalbo 2015

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