Todos hemos escuchado este término en el consultorio del médico o en la cotidianeidad, ya que es muy común desafortunadamente. Es frecuente que no exista una familia donde los miembros rebasen la edad media, sin que sus padres, tíos o abuelos sean víctimas de esta enfermedad que tristemente tiene en su haber un promedio de 5 millones de muertes al año, formando con el tabaquismo y el sedentarismo uno de los factores de riesgo para enfermarse de de trastornos cardiovasculares.
La presión arterial está dada por la combinación de varios elementos, uno de ellos es el contenido de sangre (líquido) de las arterias del cuerpo humano, su contenido de sal, la elasticidad de las arterias, la fuerza con la que el corazón puede bombear la sangre y dispararla en el interior de las arterias, la velocidad de los latidos del corazón, la cantidad de substancias que influyen sobre la contractilidad del corazón (adrenalina, óxido nítrico, angiotensina, aldosterona, cortisol, neurotransmisores cerebrales), la capacidad del riñón de conservar agua y sal, y la eficiencia del sistema nervioso autónomo.
Así que como verán la presión resulta de un complejo proceso en el que varios eventos confluyen en cada segundo de nuestra vida, proceso que además se conserva estable gracias a los sistemas de retroalimentación que cada uno de los factores que la constituyen tienen para mantener el equilibrio (si perdemos agua, se retiene sal para retener agua a su vez y conservar la presión).
El desequilibrio en la presión es un mosaico de acontecimientos que han perdido el autocontrol, porque se ha rebasado la posibilidad de mantener el equilibrio de manera natural.
Una vez que esto sucede la fuerza con que sale la sangre del corazón golpea la pared interna de las arterias, propiciando entonces daño a su superficie y facilitando el hecho de que se pegue grasa (colesterol LDL) en este sitio, debido a que se pierde el efecto teflón natural de las arterias, a causa de un proceso inflamatorio que evita que se genere el óxido nítrico elemento químico que mantiene la elasticidad de la arteria, tornándose ésta ahora en una estructura rígida y parcialmente ocluida (ateroesclerosis).
Uno tras otro se van alterando los procesos que antes mantenían la presión equilibrada y se establece la presión arterial anormalmente alta.
La presión arterial elevada o anormal se determina a partir de que la cifra rebase 119/79, estos dos números corresponden el primero al momento de contracción del corazón (sístole) y el segundo al momento de relajación del corazón (diástole) es decir presión sistólica y diastólica. Según el Consenso del Comité Nacional no. 8 (JNC 8) llevado a cabo en 2014, se establece que desde una presión de 120/80, existe ya riesgo para el paciente de desarrollar complicaciones cardiovasculares o cerebrales relacionadas con infartos o accidentes vasculares cerebrales (strokes). Se comenta también en estudios prospectivos (realizados tomando a u grupo de pacientes y estudiando su comportamiento) que los pacientes cuando tienen incrementos de la presión sistólica y diastólica de 20/10 mm de hg se duplica el riesgo de estas complicaciones.
Si le paciente tiene comorbilidades como diabetes, obesidad, colesterol alto, es geriátrico o padece de enfermedad vascular renal o renal, entonces los parámetros serán diferentes (consultar con el médico). Para quienes no padecen estas enfermedades y solo son sujetos de hipertensión arterial estas son las cifras que se han establecido para considerar el diagnóstico de presión normal, pre-hipertensión, hipertensión en etapa o estadio 1 e Hipertensión en etapa 2.
Con respecto al diagnóstico:
En el primer método es importante considerar que estas mediciones se deben corroborar en por lo menos 4 ocasiones, en diferentes horarios del día, en diferentes citas al médico, con un aparato certificado de preferencia electrónico, bien calibrado y que garantice las tomas como confiables.
La segunda forma de corroborar la hipertensión arterial es efectuar tomas en el consultorio en diferentes posiciones con un periodo inicial de reposo de 6 minutos en una posición y luego cambiar para tomas subsecuentes con un lapso de reposo de dos minutos. Primero se toma la presión sentado, luego acostado y después parado. En todos los casos se debe corroborar la presencia de una cifra anormal.
El tercer método es el MAPA (monitoreo ambulatorio de presión arterial durante 24 horas con una grabadora que registra tomas en diferentes momentos del día y que llevará el paciente puesta), este parece ser el mejor método para corroborar si el paciente es hipertenso.
Una vez corroborada la presión elevada será importante que el paciente se someta a tratamiento con algunos de los medicamentos que han sido considerados como parte del arsenal para combatir el desajuste de la presión.
Los medicamentos se concentran en algunos de los aspectos que contribuyen a conservar la presión en el organismo. Existen los que eliminan agua de la sangre como los diuréticos, otros dilatan las arterias como los bloqueadores de los canales de calcio, existen los que bloquean la producción de angiotensina (constrictor de las arterias) entre ellos hay dos los inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los receptores de angiotensina. Un grupo importante de medicamentos son los que disminuyen la fuerza de la contracción cardiaca y reducen el número de latidos por día.
El sedentarismo, el sobrepeso, la obesidad, el exceso de sal en la dieta, factores raciales, herencia familiar, estrés, medicamentos y combinación de todas estas cosas son situaciones a considerar para detectar con tiempo a los pacientes con esta enfermedad.
la Hipertensión arterial puede ser asintomática o en ocasiones producir dolor de cabeza, mareo, zumbido de oídos, pérdida del conocimiento, visión borrosa, sangrado nasal y confusión.
Debido al riesgo tan importante que significa su presencia debemos tener claro el hecho de que la presión arterial debe estar perfectamente controlada en todos los pacientes; sin embargo, sabemos que solo un porcentaje menor al 20% cumple con este requisito en la actualidad.
Te invito a consultar con el médico cuál es tu condición con respecto a la presión arterial.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Medicina interna
Hospital Angeles del Pedregal
Consultorio 717 Torre Angeles
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Quiero confesarles que MI PASIÓN POR LOS SERES HUMANOS NO TIENE LÍMITE, porque en sus contenidos se encuentra la respuesta a todas la preguntas de nuestro entorno, a todos los cuestionamientos de vida, a todas las oportunidades de creatividad y de cambio, reconozco en mis semejantes superioridades, igualdades y debilidades como las que yo muestro.
Me apasiona poder ayudar a la gente a conservar su calidad de vida, con herramientas tan sencillas como el ejercicio y la nutrición adecuada.
Los invito queridos compañeros, a sumar cualidades, inteligencia, experiencia y a ser solidarios con este proyecto de salud de nuestro país difundiendo la prevención con educación.
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