¿Es necesario un refuerzo de la vacuna del tétanos?

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Syringe with antibiotics on a medical table

Esto es algo que se preguntan con frecuencia los pacientes y las personas que sufren lesiones con objeto oxidados a los que temen por el antecedente de que pueden transmitir la enfermedad, sin embargo, desconocen que el riesgo es mayor en eventos cotidianos de los cuales no tenemos registro hasta el momento y que nos ponen en riesgo sobre todo cuando ya han pasado más de 10 años de que recibimos la última dosis de la vacuna.

El tétanos está en todas partes, se encuentra en suelo, en el polvo, en los animales con los que convivimos en especial en sus excretas, también aparecen en la mordeduras y las picaduras de múltiples insectos, y sin dudarlo en los arañazos de otros tantos con los que hemos hecho simbiosis y que tenemos como mascotas.

Es importante recordar esa imagen que vemos en las películas de una persona que realiza labores de jardinería con unos guantes puestos, lo que trae a colación el hecho de que el 30% de todos los casos de tétanos en USA se adquieren en el jardín, por lo tanto, cuando estés pensando ponerte en contacto con tierra, con mascotas, con trabajos de jardinería o estés frecuentemente en contacto con la naturaleza, debes revisar tu carnet de vacunación para verificar que en efecto no hayan pasado más de 10 años de la última vacunación, porque de no ser así estará en peligro tu vida debido a esta agresiva enfermedad.

La mayoría de las personas asocia al tétanos con cortadas, mordeduras de perros o gatos, pero no siempre es así, en otras ocasiones pequeñas lesiones alrededor de las uñas, en el pulpejo de los dedos, entrada de astillas o mordeduras por insectos pueden ser el inicio de una pesadilla que puede terminar con tu existencia.

Afortunadamente la aplicación de la vacuna cada 10 años comenzando a los 19 años, o de acuerdo a la última dosis de refuerzo recibida, te protege con eficiencia, además de que conociendo cuales son los factores de riesgo, creo que hoy aportaremos algo muy importante a tu educación en salud y seguramente también a la de tus familiares y amigos.

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La última persona que atendí con tétanos tenía como antecedente labores de jardinería sin una lesión evidente en las manos, había trabajado sin guantes y era el único antecedente para justificar el aparatoso cuadro de calambres generalizados que la llevaban a sostenerse sobre la cabeza y los talones en un evento descrito en medicina como OPISTOTONOS, solo en otra ocasión he presenciado esto, precisamente con una paciente que tenía un tumor en la médula espinal y que simulaba un cuadro clínico de tétanos. La paciente comenzó con cambios de sensibilidad en la zona de la mano izquierda, babeo, dificultad para controlar esfínteres, fiebre, sudoración, irritabilidad, después los calambres en los brazos y piernas, abdomen y luego en todo el cuerpo, después dificultad para tragar con rigidez de cuello.

Al inicio entra la bacteria (clostridium tetani) por la lesión, prolifera en el sitio de entrada, libera las esporas que produce al torrente sanguíneo afectando primero la zona donde entró y después a la médula espinal y el cerebro a través de una toxina difícil de erradicar y neutralizar. En un promedio de una semana la paciente tenía trabada la mandíbula y no podía abrirla, lo que se describe como trismus, situación sumamente doloroso y difícil de tratar. Estuvo intubada durante un mes en el servicio de cuidados intensivos institucional.

La vacuna que se administra desde los 19 años es la TD (tetanos y difteria) que protege contra el tétanos y la tosferina, se recomienda a todo aquel adulto que entre en contacto con niños ya que por falta de refuerzo puede contagiarlos con tosferina.

Espero les quede claro cuál es el correcto proceder respecto a esta protección que como mencionamos nos puede salvar la vida ante un inocente contagio por una lesión que la mayoría consideramos irrelevante.

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Bibliografía

Hodowanec A, Bleck TP. Tetanus (Clostridium tetani). In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2015:chap 246.

Roper MH, Wassilak SGF, Tiwari TSP, Orenstein WA. Tetanus toxoid. In: Plotkin SA, Orenstein WA, Offit PA, eds. Vaccines. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2013:chap 33.

Simon BC, Hern HG. Wound management principles. In: Marx JA, Hockberger RS, Walls RM, et al, eds. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2014:chap 59.

 

Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Fellow of the American College of Physicians
Representante de la Sociedad Internacional de Medicina Interna en México
www.dralejandrocardenas.com

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