¿Conoces los famosos “bots”? ¿Sabes cómo funcionan?
Recientemente -y gracias a las campañas electorales- prácticamente todos hemos escuchado el término “bots”. Aunque hay que aclarar que no es algo nuevo ni tampoco exclusivo del medio político.
Entre la guerra de acusaciones de un candidato en contra de otro y de los mismos simpatizantes o detractores existe una fuerza aparentemente invisible, inmediata e inmensa que responde y publica comentarios en las redes sociales con una eficacia que ya quisiéramos en muchas instituciones públicas.
En palabras simples, un “bot” -palabra que proviene de “robot”- es un software que sirve para comunicarse con los usuarios de la red imitando el comportamiento de un humano. Pero vamos a poner un ejemplo muy práctico para entender mejor cómo es que funcionan los “bots”:
Imagina que vas en el transporte público por la mañana, posiblemente camino al trabajo o a la escuela, y para entretenerte sacas tu teléfono celular y empiezas a revisar tus redes sociales. De repente, aparece ante tus ojos un anuncio que te informa que Shakira ofrecerá un concierto en tu ciudad en un par de meses y ya están a la venta los boletos.
¿Qué haces? Entras a WhatsApp para contárselo a todos tus amigos a los que también les gusta Shakira. Entonces unos dos o tres deciden ir contigo, por lo que regresas al anuncio para darle click, donde te indican que puedes comprarlos por la plataforma Ticketmaster, que no es la misma web donde diste click.
Obviamente vas a la página de Ticketmaster, pero te dicen que para realizar la compra debes usar la aplicación para teléfono celular. Así que utilizas tus datos del plan de la compañía de internet móvil o los megas que compraste por recarga. Sin pensar mucho en esto, descargas e instalas la aplicación.
¡Pero gran sorpresa! Para seguir con tu compra te solicitan que abras una cuenta, incluyas tu correo electrónico y algunos datos personales más. Si no se tratara de Shakira cerrabas todo en ese momento, pero es Shakira y ya no viene tan seguido a México, por lo que te armas de paciencia y llenas los datos, te das de alta, seleccionas los boletos y das click en comprar.
Seguramente, también te van a pedir que relaciones tu tarjeta de crédito con alguna plataforma de compra segura, como la aplicación de tu banco o PayPal, las cuales ya debes tener instaladas en tu teléfono porque prácticamente ya es un requisito para comprar en cualquier sitio de internet.
Con la confirmación los boletos en tu correo electrónico piensas que todo valió la pena y que la próxima vez será más rápido hacer una compra porque tienes la aplicación instalada. Aunque es posible que la siguiente ocasión sea dentro de varios meses o incluso años.
Por estos trámites y pasos engorrosos es que la gente ha dejado de utilizar nuevas aplicaciones, salvo las de redes sociales y mensajería. Pero imagina ahora que en lugar de hacer todo lo anterior, cuando terminas de hablar con tus amigos por WhatsApp pudieras comprar desde el propio WhastApp los boletos diciendo o escribiendo: “quiero 3 boletos para el concierto de Shakira el día tal, en tal lugar y de tal costo, etc., etc.”
Imagina también que pudieras pagarlos en un momento con sólo poner tu huella digital en el sensor de tu teléfono y que continuaras revisando tus redes sociales. Esto que parece ciencia ficción ya es una realidad. Hace 2 años en el evento Build de Microsoft la ingeniera Lilian Rincón reservó una habitación en un hotel de Dublín hablando por Skype.
Todo fue posible sin necesidad de teclear nada ni de utilizar una aplicación. Incluso cuando terminó de hacer la reservación, su agenda ya había sido actualizada por “Cortana” -el asistente virtual de Windows-. ¿Cómo fue posible? Por dos “bots” que resolvieron de forma eficaz y rápida las necesidades de Lilian con sólo escuchar su voz.
Estos programas funcionan dentro de otras aplicaciones y dan información y ayuda a los usuarios. Algunos “bots” tienen una inteligencia artificial más sofisticada y tratan de imitar el lenguaje humano con toda su complejidad, llegando a mantener conversaciones.
Aunque también es cierto que la mayoría de “bots” sólo comprenden una serie predeterminada de conceptos relacionados con su función, como “comprar sushi”, “reservar habitación en hotel tal…”, “poner música”, “dame las noticias del día”, “dame el clima actual”.
Lo increíble es que estos “bots” no necesitan nada especial para ejecutar sus acciones, no requieren conocer herramientas o aprender el lenguaje del usuario, sólo basta con decirles lo que quieres y ellos lo interpretan y lo hacen. Y si estás pensando que esto es algo nuevo, déjame decirte que para nada, existen por todas partes y desde hace casi 20 años.
Desde que Google puso en marcha su buscador, el éxito se debió a la simplicidad que lo convirtió en la herramienta de internet más usada. Basta teclear lo que quieres buscar y Google lo hace por ti.
Sin embargo, en los últimos 20 años la inteligencia artificial del buscador ha mejorado de tal manera que ahora muchos usuarios hablan con la barra de Google como si conversaran con una persona, es decir que no usan palabras claves como “resultado partido México-Alemania”, sino que dicen tal cual “¿cómo quedó el partido de México-Alemania?”.
En estas dos décadas, muchos videojuegos, páginas web y aplicaciones comenzaron a utilizar pequeños “bots” para brindar asistencia al usuario de forma más sencilla. Sin ir muy lejos, en el año 2010 Apple lanzó un “bot” con bastante personalidad llamado “Siri”, incluido en el iPhone 4S.
Sólo dos años después Google puso en marcha “Google Now”; al que le siguió “Assistant” que pretende ser el secretario artificial para los usuarios de teléfonos inteligentes con Android; y en 2014 Microsoft lanzó “Cortana”. Los tres “bots” interactúan por medio de la voz, pueden hacer búsquedas por internet, pedir un taxi o poner música. Además, aprenden gustos y rutinas de los usuarios, se adelantan a sus necesidades y les hacen sugerencias.
En el terreno político, cuando se crea un “bot” y lo suben a Twitter la intención es posicionar o derrumbar trending topics, aunque también sirven para atacar a una persona específica o responder a comentarios a favor o en contra de alguna persona determinada.
Según el reporte Bot Traffic realizado en 2016 por la compañía estadounidense especializada en datos y seguridad digital Imperva Incapsula, los “bots” están detrás del 52% del tráfico en internet. Y según el New York Times, en lo que va de 2018 se contabilizan cerca de 48 millones de “bots” en Twitter.
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Después de escuchar este periodismo de vida, te pregunto: ¿Estás seguro que del otro lado de internet, quien responde a uno de tus mensajes o comentarios en redes sociales es una persona? ¿Has considerado que se trate de un bot?
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