¿Cómo surgieron los outlets?

0
561

A ti que me escuchas esta mañana te pregunto: ¿Te imaginas encontrar en un mismo lugar todas las tiendas y marcas de prestigio? ¿Y si te digo que además puedes comprar lo que quieras con descuentos desde 20% y hasta 70%? ¿Me creerías?

Pues sí, esto es una realidad gracias a un concepto de ventas llamado Outlet. Hoy que transmitimos ¡Qué tal, Fernanda! desde Puebla, me encuentro en uno de los outlets más grandes de México, donde puedes hallar camisas, zapatos, trajes, vestidos, bolsas, accesorios, tenis y una infinidad de productos.

¿Pero cómo es que surge el primer outlet de la historia?

Todo inicia con un empresario norteamericano llamado Harold Alfond, nacido el 6 de marzo de 1914 en Swampscott, Massachusetts. Hijo de inmigrantes rusos, crece en el seno de una familia de judíos de clase obrera.

En su adolescencia le toca vivir la Gran Depresión, sin otra opción que trabajar junto a su padre en una fábrica de zapatos. De aprendiz y ayudante general, Harold se convierte en superintendente de la fábrica en poco tiempo.

A la edad de 35 años, estamos hablando del año 1939, Harold recoge a un extraño que pide un aventón en la autopista de camino a la feria de Skowhegan. En el camino, este hombre le cuenta que en el pueblo vecino de Norridgewock hay una fábrica de zapatos abandonada que está en venta.

Tras dejar al hombre en su destino, Harold decide no ir a la feria y en cambio conduce hasta la fábrica, por la que piden la suma de mil dólares. Obviamente, Harold no tiene esa cantidad, que para entender mejor estamos hablando de unos 17 mil dólares actuales.

Sin embargo, un año después, Harold se asocia con su padre y vende su coche para comprar la fábrica. Juntos fundan Norrwock Shoe Company, la cual se convierte en un éxito rápidamente y 3 años después la venden por 1.1 millones de dólares. Es decir, unos 13.3 millones de dólares actuales.

En 1958, Harold invierte 10 mil dólares para comprar una fábrica de lana abandonada en el pueblo donde vive: en Dexter, Maine. Su idea es fundar algo que ayude a la gente desempleada y es así como nace la Dexter Shoe Company.

Al principio, la compañía de Harold fabrica zapatos para las grandes tiendas con marcas propias como Sears, JC Penny o Montgomery Ward, pero un buen día se cansa de esta dependencia y decide crear su propia marca: “Dexter”.

Muy pronto sus zapatos se venden en tiendas independientes a lo largo de Estados Unidos. Y a mediados de los años 60 Harold tiene una idea innovadora que lo convierte en un hombre impresionantemente rico.

También te puede interesar:  Cultura de prevención de enfermedades

En ese momento, era común que si una fábrica tenía zapatos con defectos los vendiera a una tienda local de descuentos por un dólar, donde los arreglaban y los revendían por 6 dólares. Esto es, una ganancia de 600%.

Harold decide olvidar a los intermediarios y vender sus zapatos defectuosos en la parte trasera de la fábrica, en un nuevo concepto llamado “factory-outlet”. Es tan grande e inmediato el éxito que se enfrenta a un problema: necesitaba fabricar muchos zapatos en mal estado para saciar la demanda.

El segundo problema es que la calidad de su fábrica es cada vez mayor y son pocas las piezas que salen con fallos. Por lo mismo, las factory-outlets se quedan vacías. Y es aquí donde Harold tiene otra idea brillante: vender zapatos en perfecto estado que por el motivo que fuera no se habían vendido en las tiendas.

En palabras sencillas, Harold inventa las rebajas al vender el inventario excedente de temporadas anteriores. Algo que las demás tiendas empiezan a copiar y abren sus propios outlets en las mismas calles en las que están los Dexter Outlets.

Y aquí viene la tercera gran idea de Harold: en los años 80 decide terminar de competir con las demás tiendas, deja de abrir Dexter Outlets y empieza a inaugurar centros comerciales de outlet en las autovías más transitadas de Nueva Inglaterra.

¿Qué sucede entonces? Harold renta los locales para los que son sus competidores y es así como surge el concepto de los outlets que conocemos actualmente. Para 1990, los más de 80 outlets de Harold empleaban a más de 4 mil personas y generaban una ganancia de 250 millones de dólares anuales.

Tres años después Harold vende la Dexter Shot Company a Warren Buffett, en 443 millones de dólares, pero Harold no pide esta cantidad en dinero, sino a cambio de 25 mil 203 acciones de Berkshire Hathaway, que controlaba Warren Buffett. Esto equivalía a 1.6% del total de acciones clase A de Berkshire Hathaway.

En 1993 cada acción valía 16 mil dólares, pero 5 años después subieron hasta 70 mil dólares. Cuando Harold muere en 2007, cada acción se cambiaba por 140 mil dólares. ¿Pero cuánto creen que valen hoy? 170 mil dólares. Esto se traduce en unos 3 mil 500 millones de dólares en acciones, que la familia de Harold aún maneja.

También te puede interesar:  La leyenda del Popocatépetl

En este periodismo de vida te conté la historia de cómo un hombre con 3 grandes ideas cambió la forma de comprar, no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo, porque outlets hay en muchísimos países.

Actualmente, los outlets son verdaderos centros comerciales con servicios de restaurantes, áreas para niños, entretenimiento, etc. Por eso es que hoy te pregunto: ¿Has visitado un outlet? ¿Cómo ha sido tu experiencia?

Escríbeme a las redes sociales de QTF y comparte tus opiniones.

Comentarios
+ posts

Hola, soy Fernanda Familiar, Fer para ti.

Esta es tu casa digital, donde para mí es un placer recibirte para informarte de contenidos actuales, noticias y muchas historias, mismas por las que me llaman: la ’periodista de vida’.

Te comparto que junto con mi equipo de trabajo, haremos nuestro mejor esfuerzo para que tengas una experiencia memorable en esta navegación digital. Este espacio para mí representa un compromiso y una responsabilidad porque eres mi invitada o invitado de lujo.

Mi día a día es una locura: voy del programa de radio en Grupo Imagen, a encontrarme con miles de personas en una conferencia, grabo los Fernanda Talks Home, atiendo mi casa y a mis hijos; de ahí a dar una plática para una empresa, entrevistar a alguien, escribir un poco para editar otro libro... Alguna vez me dijo Héctor Bonilla que yo me había tragado una turbina, y ¡sí! Vivo intensamente feliz a este ritmo, desde hace más de 30 años y, lo mejor, es que todavía tengo mucho que aprender, mucho por hacer, decir y compartir contigo.

Tu casa digital es visitada mensualmente por 4 millones de personas que encuentran algo en común, por eso son una comunidad que me permite unirles; porque tenemos los mismos valores, principios y porque sabemos que, en este espacio, ¡somos más los buenos!

Agradezco de corazón tu tiempo de navegación, tus comentarios y el interés que dedicas a esta zona digital. Por favor, si hay algo que pueda hacer para mejorar tu visita solo escríbeme y lo atenderé en cuanto esta vida de locura me lo permita.

Bienvenida,
Bienvenido.

Artículo anteriorTren México-Toluca «inviable», dicen expertos
Artículo siguiente45 años de «El Padrino»
Hola, soy Fernanda Familiar, Fer para ti. Esta es tu casa digital, donde para mí es un placer recibirte para informarte de contenidos actuales, noticias y muchas historias, mismas por las que me llaman: la ’periodista de vida’. Te comparto que junto con mi equipo de trabajo, haremos nuestro mejor esfuerzo para que tengas una experiencia memorable en esta navegación digital. Este espacio para mí representa un compromiso y una responsabilidad porque eres mi invitada o invitado de lujo. Mi día a día es una locura: voy del programa de radio en Grupo Imagen, a encontrarme con miles de personas en una conferencia, grabo los Fernanda Talks Home, atiendo mi casa y a mis hijos; de ahí a dar una plática para una empresa, entrevistar a alguien, escribir un poco para editar otro libro... Alguna vez me dijo Héctor Bonilla que yo me había tragado una turbina, y ¡sí! Vivo intensamente feliz a este ritmo, desde hace más de 30 años y, lo mejor, es que todavía tengo mucho que aprender, mucho por hacer, decir y compartir contigo. Tu casa digital es visitada mensualmente por 4 millones de personas que encuentran algo en común, por eso son una comunidad que me permite unirles; porque tenemos los mismos valores, principios y porque sabemos que, en este espacio, ¡somos más los buenos! Agradezco de corazón tu tiempo de navegación, tus comentarios y el interés que dedicas a esta zona digital. Por favor, si hay algo que pueda hacer para mejorar tu visita solo escríbeme y lo atenderé en cuanto esta vida de locura me lo permita. Bienvenida, Bienvenido.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí